miércoles, 16 de abril de 2014

Artículo Invitado: GRÁFICA EN IBEROAMÉRICA. Por: Peter Mussfeldt S. Artista



GRÁFICA EN IBEROAMÉRICA

“El Ecuador, así como también países vecinos, reclaman, insinúan y piden VOLVER A LO NUESTRO”

Peter Mussfeldt S.

Artista

Años atrás, en una Bienal de Diseño, organizada por la Asociación de Diseñadores Gráficos de Quito, Neville Brody, invitado y jurado de la misma, asombrado frente a las obras expuestas comentó que él esperaba ver una gráfica más ligada a la idiosincrasia del Ecuador; sin embargo, lo que encontró fue una gráfica eminentemente globalizada, con una pérdida total de identidad. Una gráfica que puede estar en cualquier parte y nadie puede deducir que viene del Ecuador.


Esa inquietud expresada a través de una manifestación gráfica, la cual no se identifica con su país, nos tiene preocupados desde hace algún tiempo atrás.

En cierta parte, me considero partícipe en que la gráfica anterior –cuando arribé al Ecuador en 1962- poco a poco se llenó de atributos del exterior y que desde allí, desaparecieron ciertos valores que yo no los identifiqué como tales. No estaba listo todavía en comprender, ver y entender lo que me rodeaba.  Esto duró años hasta que finalmente pude asimilar dichos valores.

Por tal motivo, deseo exponer aquí que estas inquietudes han existido durante mucho tiempo entre los diseñadores y personas vinculadas a la comunicación visual; y que en el Ecuador, así como también países vecinos, reclaman, insinúan y piden VOLVER A LO NUESTRO.

Es un tema ambiguo y merece un análisis más profundo, pero el espacio aquí alcanzaría sólo para expresar ciertas inquietudes. Sin embargo, no deseo levantar una polémica referente a afirmaciones de que es “lo nuestro”.

En primera instancia, no tiene nada que ver con “las culturas milenarias del pasado”. Una sociedad que vive su lapso actual, involucra en su vida cultural, especialmente en esta parte del continente Sudamericano, elementos de las culturas anteriores. Pero más bien decorativamente, no como base para sostener la comunicación visual de la actual sociedad.

Imagínese que cada país del mundo deba basar su comunicación visual en imágenes del pasado de cientos de años atrás, lo cual nos desvincularíamos totalmente del tiempo actual.

Pero al mencionar al Ecuador y los últimos cien años acontecidos, donde la gráfica tenía predominación en los deficientes medios de comunicación impresa -periódicos, revistas, productos, afiches, entre otros-, con una calidad de impresión muy lamentable, época que me tocó vivir en parte. Dicha gráfica marcó, a través de los años, la mente del público, así como esta sociedad avanzó en esa época y recibió relevantes influencias, también la gráfica se intervino cambiando forma y contenido.

Esta sociedad entonces, sin grandes avances en su forma de vivir, sin grandes saltos estructurales, se enfrentó de un momento a otro, a un cambio monumental, a la ‘Era de la Telecomunicación’, un acceso directo al mundo. Por ende, Ecuador no podía reaccionar negativamente frente a esa revolución, pero drásticamente se cambió el ámbito social – comercial, en síntesis, lo que aquí nos preocupa, LO NUESTRO adquirido a través del tiempo. Los valores de antes ya no eran sostenibles y se los reemplazó por imágenes que todavía no correspondían a su propia convivencia, sino a una adquirida, la cual de ahora en adelante, requiere un tiempo prudente para llenarse de contenidos visuales propios.

La gráfica Iberoamericana en gran parte está globalizada y de acuerdo a su fuerza, al potencial creativo de sus diseñadores, adquiere poco a poco la tónica, la idiosincrasia de cada país. Neville Brody, eventualmente en 20 años más, podrá notar LO NUESTRO más presente en todo.

Por ahora en el Ecuador estamos en una vía de asimilación. Contamos con excelentes diseñadores que dedican su potencial a diversas áreas de comunicación. Por otra parte, existe una apreciación errónea de la gente, frente a lo que desean ver de la gráfica del continente sudamericano. Tomemos el caso EUROPA y sus diferentes países. El público no sabe -si no fuese por el idioma- diferenciar la gráfica alemana versus la suiza, francesa, italiana, rusa o polaca.

En el año 1959 escapé como estudiante de Arte de la opresión en Alemania Oriental. Ignorante del contenido y la forma del arte occidental, fue marginado porque no entro en el concepto del realismo social -arte para el campesino y trabajador- por lo que consecuentemente, la Unión Soviética impuso a sus estados satélites. Por otra parte, quedé fascinado de los dibujos de Pablo Picasso; y en pocos meses, a mi manera, mis dibujos parecían haber sido ilustrados por Picasso.

Recuerdo que hice una carpeta de grabados lineales con diez poemas de Goethe. Orgulloso los presenté a mi Profesor en Dusseldorf; pero, tajante y poco pedagógico me dijo: “es fácil seguir una línea ya trazada por otro”. Aquel comentario me mató. Él no comprendió en absoluto que muchos talentos inquietos, primero asimilan otro artista y se enriquecen con sus definiciones hasta que poco a poco se descubren a sí mismo. Esto está pasando con la gráfica en Latinoamérica, especialmente en el Ecuador.

El tiempo formará finalmente los propios valores. Hoy en día, ya no dibujo como Picasso, sino como PETER MUSSFELDT.

El tema expuesto levanta ya en muchas partes polémicas, lo cual es sano para llegar finalmente a entendimientos pero los cuales solo se consiguen enfrentándolos.

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