miércoles, 16 de abril de 2014

Artículo Docente: “EMPATÍA PARA UNA COMUNICACIÓN EFECTIVA”. Por: Psc.Verónica Baque Escobar


“EMPATÍA PARA UNA COMUNICACIÓN EFECTIVA”


Psc.Verónica Baque Escobar
Docente del TES
La frase “ponerme en los zapatos de los demás” nos coloca en una situación aparentemente cómoda y pensamos que de esa manera podemos comprender al otro, para justificar nuestras palabras y nuestras acciones.

La empatía va mucho más allá, es tratar de ver la realidad desde el punto de vista del otro, asumiendo las emociones que ésta percepción provoca en la otra persona. La complejidad de este proceso se da porque nuestra experiencia vivida es muy distinta a la de los demás; por lo tanto concebimos la vida de una manera diferente. Tal como se cita en la obra de Sánchez y Gaya :  “La empatía es la capacidad de conocer, comprender y compartir los sentimientos de los demás sin necesidad de que éstos los verbalicen” .
 
Frente a este aspecto, la pregunta que surge sería: ¿Cómo se da el proceso de la empatía?, si empezamos a realizar una observación en cada lugar donde nos desenvolvemos, nos percataremos de que  existen  muchas personas, quienes poseen características distintas para manifestar sus emociones; sus reacciones, sus gestos, sus actitudes, van marcando un comportamiento que muchas veces torna hostil su entorno por falta de comprensión de su accionar.

El buen manejo de nuestras emociones dará paso a que respondamos de una manera apropiada ante lo que la otra persona siente o manifiesta. Debe existir un buen dominio de nuestra comunicación verbal y no verbal, para que exista coherencia en nuestro mensaje y además para que se logre la conexión con la persona con quien nos relacionamos.

La falta de empatía en nuestras diferentes áreas:

Es habitual que el área familiar se den acontecimientos no tan agradables como  llegar a casa y encontrar como primera frase un reclamo ante algo que tenías pendiente, el sentimiento que surge provoca una reacción defensiva con alguna expresión no apropiada, esto desencadena otra discusión, pero si nos detenemos a examinar la causa de este suceso; es claro determinar,  que tanto quien llega a casa debe mantener una escucha empática, comprendiendo en qué estado se encuentra la persona que reclama, cómo ha estado su día, cuales son para esta persona situaciones estresantes que a lo mejor para el otro son temas sin transcendencia. Por otro lado quien está en casa, necesita poner atención en cómo la comunicación no verbal de quien llega  nos emite el mensaje de un día a lo mejor no tan bueno.

En el área laboral o estudiantil, las  relaciones con nuestros compañeros se convierten en un factor  determinante para poder contar con un clima de trabajo saludable, que conlleve a tener una mayor productividad en la empresa. A diferencia del área familiar, los lazos afectivos que se dan en este tipo de relaciones son superficiales y predomina más el tema de las jerarquías, las mismas que encierran roles asumidos implícitos en nuestra comunicación.

Para algunas personas en el ámbito laboral, recibir “una orden”, resulta todo un sufrimiento automáticamente empieza a inferir el por qué se la están dando, a suponer que quien se la dijo es por alguna razón negativa, a pensar que los jefes tienen una etiqueta y negarse a la posibilidad de considerar que ellos también tienen sus propios problemas cada día.

Reaccionar de manera violenta, promover comentarios entre compañeros, no interesarse en conocer que sucede en la vida de los demás y asumir que los comportamientos de los demás se dan por razones solo vistas desde la propia perspectiva, dan paso a una vida llena de problemas en las relaciones interpersonales.
La empatía: ¿Cómo potenciarla?

1.    Cuidado con los consejos: evitar sugerir soluciones frente a problemas que no se han entendido. Pensar en la posibilidad de que el otro solo necesita ser escuchado.
2.    Evitemos juzgar: manifestar conclusiones y exponer nuestro punto de vista sobre lo correcto o no de los actos de los demás, colocará una barrera entre usted y la otra persona evitando una buena comunicación.
3.    Ningún problema es relativo para el otro: no comparar, no buscar otras situaciones para consolar a la persona con frases como “hay quienes están peor que tu” , dejemos que hable y se exprese.
4.    Comprender es la clave: la mirada, los gestos del rostro, deben ofrecer ese espacio para quien habla con nosotros perciba que es escuchado, no juzgado.


La empatía tiene la simbología de los zapatos del otro; pero esto encierra: respeto, comprensión, tolerancia, interesarse por los demás, no creerse dueño de la verdad, y estar abierto a un mundo rico en conocimiento y experiencias vividas por otro que lograrán nuestro constante crecimiento como seres humanos.


Anexo:

Para desarrollar la empatía existe la necesidad de conocer el proceso comunicativo y se hace imprescindible para detectar las barreras que se presentan al interrelacionarnos. Por este motivo debemos tener claros los siete mensajes que están en cada proceso de comunicación, sea simple o complejo el tema, estos mensajes viajan a través del canal de comunicación así:
1. lo que yo deseo comunicar
2. lo que en realidad digo
3. lo que la otra persona oye
4. lo que piensa que le dije
5. lo que quiere responder
6. lo que en realidad responde
7. lo que yo pienso que me dijo  

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